martes, 31 de marzo de 2009

LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

Los católicos creemos como parte de nuestra fe de que las almas de nuestros difuntos que aún no están preparadas para estar junto a Nuestro Señor en la Gloria celestial sufren en un lugar llamado PURGATORIO donde limpian sus faltas y expían sus culpas. Ellos no pueden hacer nada por ellos mismos pero nosotros, que somos la Iglesia militante, sí podemos hacer mucho por ellos. El acto de amor más grande que podemos hacer por nuestros difuntos es hacer celebrar y participar de la Santa Misa, que es la renovación plena e incruenta del sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz y también ofrecer oraciones, limosnas y sacrificios en sufragio de estas benditas almas. Ellas son muy agradecidas de estos actos de piedad porque desean con todas sus fuerzas librarse de sus amargos dolores para poseer a Dios en la gloria. La Santísima Virgen María –Mediadora de todas las Gracias- es especialmente encargada por Nuestro Señor para repartir entre las benditas almas los dones y gracias que ofrecemos por ellas. Durante casi cincuenta años en Austria, una humilde mujer llamada María Simma, recibió la visita constante de las Almas del Purgatorio que le pedían Misas y oraciones de parte de ella y de sus familiares. María Simma, orientada por su director espiritual se convirtió en una apóstol de las benditas almas y recibió de ellas muchas revelaciones celestiales. Partió de este mundo el 19 de marzo de 2004. A través de este Blog invitamos a todas las personas que deseen hacer celebrar Misas por sus familiares o amigos, nos envíen el nombre de los mismos a fin de ayudarlos y cumplir con este deber de exquisita caridad al correo electrónico: iglesianacional@gmail.com / CONCÉDELES SEÑOR EL DESCANSO ETERNO Y BRILLE PARA ELLAS LA LUZ QUE NO TIENE FIN. REQUIESCANT IN PACE. AMEN.


MARÍA SIMMA

Desde muy joven la apóstol de las almas deseó servir a Dios como religiosa y a pesar de sus dos intentos, el Señor le tenía preparado otro camino. Su primera visita de las almas la recibe con algo de temor pero fortalecida por la luz del Espíritu Santo y las orientaciones de su director espiritual, comienza a comprender cual era su misión: ayudar a las almas del purgatorio. En no pocas ocasiones el demonio la atormentó e intentó impedir su apostolado pero la confianza amorosa en la Virgen Santísima la libró de éstas contrariedades. María, apenas sabiendo leer y escribir, llegó a dar conferencias en distintos lugares de Europa y toda su vida vivió de la crianza de los pollos de los cuales vendía sus vísceras y plumas siendo esta su única fuente de ingreso. Fue visitada por muchos Obispos, sacerdotes, religiosas y fieles, que al principio la miraban con cierta desconfianza hasta que entendían cual era su verdadera misión. (Primera parte)

miércoles, 25 de marzo de 2009

QUÉ ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Primera parte)

La concepción de “Iglesia Nacional” no es política sino que surge del origen mismo de la Iglesia Católica. Luego de la Ascensión de Jesús a los Cielos y una vez que el Espíritu Santo vino sobre los santos Apóstoles y María Santísima el día de Pentecostés, éstos comenzaron la tarea evangelizadora por el mundo conocido, organizando Iglesias en diversos pueblos y lugares. Cada Obispo, delegado y ordenado por los Apóstoles, muchas veces elegido por las comunidades cristianas primitivas, formaba una célula que dio origen a las actuales diócesis y eran autónomas, pero mantenían unidad de doctrina y fe con las demás Iglesias por medio de los Concilios. (Primera parte)

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Segunda parte)

Eran verdaderas “Iglesias Nacionales”. Con la conversión del Emperador Constantino al cristianismo –o al menos con su aceptación por parte del monarca- la Iglesia de Roma perseguida hasta ese momento, pasó a ser la gran beneficiada .Con el Edicto de Justiniano el Obispo de Roma adquirió las mismas facultades y honores que el Emperador: Sumo Pontífice, Obispo Universal, Vicario de Cristo, etc. La reacción de las Iglesias de Oriente no se hizo esperar; comenzó el justo reclamo de autonomía tal y como habían vivido desde los mismísimos tiempos apostólicos hasta que, en 952 d.C. sobreviene el Gran Cisma que separó –hasta hoy- a la Iglesia Católica y Apostólica, en Romana y Oriental: la una seguidora del papa de Roma, la otra fiel a su fundación apostólica.

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Tercera parte)

Las Iglesias Orientales continúan siendo hasta el presente verdaderas Iglesias Católicas Apostólicas Nacionales,(Antioquía, Grecia, Albania, Serbia, Rusia, etc).En 1513 el fraile agustino Martín Lutero, alemán y católico romano, enfrenta el poder de los papas y aún cuando intenta “reformar” la Iglesia de Roma, queda fuera de ella dando origen a las Iglesias Protestantes.

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Cuarta parte)

Bajo el Reinado de Enrique VIII de Inglaterra, por causa de su divorcio no autorizado por el papa, surge la Iglesia Anglicana que, como conservó la sucesión apostólica siguió siendo una parte de la Iglesia Católica, pero con característica de Iglesia Nacional. Cuando el Concilio Vaticano I en 1870 promulgó la “infalibilidad” del papa, varios Obispos cismaron y de ese cisma surgieron varias Iglesias Nacionales.

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Quinta parte)

En 1813 el canónigo católico romano Carlos Amorîm Correa intenta organizar una Iglesia nacional: la Iglesia Católica Apostólica Brasilera (ICAB) que no prosperó por no ser él obispo. Inspirado en estos ideales Dom Carlos Duarte Costa, Obispo Católico Romano de Botucatú (San Pablo, Brasil) en 1945 enfrentando NO la doctrina católica sino la disciplina del Vaticano, organiza sí la ICAB que había pergeñado Amorîm Correa dando origen a un cisma que dio vida a las Iglesias Católicas Apostólicas Nacionales en el mundo entero. Este cisma junto al de Mons. Marcel Lefebvre son los únicos que en el siglo XX han perdurado a nivel internacional. El símbolo de unidad para las Iglesias Católicas Nacionales en el mundo es Su Beatitud Dom Luis Fernando Castillo Méndez, Patriarca y Obispo de Brasilia. Reconocemos indiscutiblemente que el papa es el sucesor del bienaventurado San Pedro, pero al igual que las Iglesias Católicas de Oriente, NO admitimos la infalibilidad del papa de Roma aún cuando tenemos toda la disposición al diálogo y el respeto fraterno por el ministerio del mismo. Es de notar que a partir de Juan Pablo I, éste abolió el uso de la tiara pontificia (la triple corona que llevaban sus antecesores en calidad de “reyes” sobre los Reyes de este mundo. Juan Pablo II ni aún enfermo y anciano usó la “silla gestatoria” que se utilizó durante siglos sobre los hombros de otros seres humanos para pasear a los papas y el actual Benedicto XVI ha dejado de lado el título de “Patriarca de Occidente” y no figura en sus Armas Pontificias la tiara sino la mitra que es propia de su oficio de Obispo. Por lo demás los últimos papas el día de su ascensión al trono romano, no lo hacen sino en medio de la Misa y los símbolos son eminentemente pastorales: entrega del palio arzobispal y del “anillo del pescador” aboliéndose todo lo que pueda “oler” a “coronación”. Una cosa –loable- es la magnificencia en la liturgia y una muy otra el culto a una persona mortal. Hay que valorar –y la ICAA los valora y admira- estos gestos, para mirar SIEMPRE lo que nos une, que es infinitamente más de lo que nos separa.








24 DE MARZO DÍA DE LA MEMORIA NACIONAL

A 33 años, recordamos el nefasto 24 de marzo de 1976 en que fueron usurpados los más altos Poderes Constitucionales por traidores sedientos de sangre e intolerantes que con un pretendido “amor a la Patria” instauraron el terror, la tortura y la muerte. También nosotros fuimos víctimas de ese horror –un mes antes de irse los “héroes” nos quitaron arbitrariamente nuestro Registro de Culto, que al día de hoy seguimos reclamando. El amor que Cristo nos enseñó con su propio ejemplo, nos hace perdonar e invitar a todas las personas de buena voluntad a perdonar a estos personajes, pero el compromiso con el Evangelio de Cristo nos invita a no olvidar a todos y todas los que sufrieron, los que quedaron y los que aún no han sido encontrados. Esos mismos uniformados, despojando del poder legítimo encarnado en la entonces Excelentísima Señora Presidenta de la República Doña María Estela Martínez viuda de Perón, ciertamente han dado cuenta de sus actos ante la justicia de este mundo y fueron hallados culpables; solo Dios sabe que extraños “artilugios” legales los indultaron pero se enfrentarán ante Aquel al que recibieron en la Hostia Santa y frente al cual quedará al descubierto tanto odio y tanta miseria. Invitamos a todas las personas a reflexionar para que NUNCA MÁS suceda la indiferencia, el “por algo habrá sido” o la justificación del odio entre ciudadanos. Somos la Iglesia de Jesucristo, estamos llamados a la misericordia y por eso rezamos por los que se fueron de uno y de otro lado, por víctimas y victimarios y por la conversión del corazón de estos lobos sedientos de sangre que aún hoy se jactan de haber servido a la Patria. Miramos con la mirada de María Santísima a las Madres con su pañuelo blanco y les acercamos nuestra palabra y testimonio de Iglesia que lucha por una Argentina mejor. Nadie mejor que ellas representan la lucha contra los opresores y a los argentinos desgarrados por la dictadura. La democracia nos da a través de la Constitución las armas para seguir construyendo esta gran Nación forjada por VERDADEROS hombres como fueron San Martín, Belgrano y otros muchos. A la memoria de los hombres y mujeres que hicieron la Patria de los otros y otras que cayeron en la última dictadura ofrecemos el único sacrificio agradable a Dios: la Santa Misa.


viernes, 20 de marzo de 2009

EL IDEAL DE SAN CARLOS DUARTE

Dom Carlos Duarte Costa luchó por una Iglesia Católica libre y cercana a la gente; esto es sin las ataduras que dan “privilegios” como pueden ser sueldos cobrados por la Jerarquía por parte del Estado o “estatus” constitucional de “primera categoría”. Buscó un compromiso real del Clero con el Pueblo de Dios y quiso que los Sacerdotes -si lo deseaban- se pudieran casar. Abogó por la inclusión plena de los divorciados y vueltos a casar en la Iglesia y también organizó el Diaconado permanente.
Luego de una lucha feroz y lleno de méritos su alma fue a Casa del Padre Celestial el 26 de marzo de 1961 y en 1970 el Concilio Nacional de Obispos de la Iglesia Católica Apostólica Brasilera (ICAB) que él había organizado, proclamó su elevación a los Altares con el título de “San Carlos del Brasil” Su fiesta litúrgica es el 6 de julio.
Fieles a este carisma reconocemos al Su Beatitud Dom Luis Fernando, Obispo de Brasilia, como nuestro Patriarca Mundial, símbolo de la lucha carlista.

NUESTRO TRABAJO PASTORAL

Cada Diócesis se divide en Parroquias o Comunidades. Actualmente después de la modificación territorial, tenemos nuevos desafíos.
Atendemos familias, enfermos, presos, comunidades de hermanos latinoamericanos, jóvenes.
Necesitamos vocaciones al Sacerdocio y a la vida religiosa (hermanos y hermanas) que con grande amor por las almas quieran seguir a Jesús en este camino.

NUESTRA SUCESIÓN APOSTÓLICA

Dom Carlos Duarte Costa fue consagrado Obispo el 8 de diciembre de 1924 para la Diócesis de Botucatú. recibió la Consagración de manos del Cardenal Sebastián Lême da Silveira Cintra.(cfr. Anuario Pontificio) En 1945 se separó de la Iglesia Católica Romana y, sin perder su condición de Obispo, consagró el 8 de diciembre de 1946 a Dom Antidio José Vargas para la Diócesis de Lages en la ICAB el cual el 25 de abril de 1964 consagró a Dom Luigi Máscolo para la Diócesis de San Pablo; el cual el 6 de julio de 1972 consagró a Mons. Leonardo Morizio Domínguez para Buenos Aires; el cual el 22 de mayo de 1980 consagró a Mons. José Eugenio Tenca Rusconi como su Auxiliar; el cual el 8 de diciembre de 1995 consagró a Mons. Luis Bergonzi Moreno como su Auxiliar y actual Arzobispo Primado de la ICAA no romana.
Queda así demostrada con toda claridad y certeza la Sucesión Apostólica que entronca con la de su Santidad el Papa Clemente XIII y es la llamada “sucesión Rebiba” que tienen casi todos los Obispos Católicos Romanos de nuestro país.
Es digno mencionar que cuatro de estos Obispos fueron ordenados Presbíteros en la Iglesia Católica Romana.
De los ocho que consagró san Carlos Duarte el único con vida es nuestro amado Patriarca Dom Luis Fernando, Obispo de Brasilia y dos de ellos, Dom Salomón Ferraz murió en comunión plena con la Sede de Roma, recibido por el Papa beato Juan XXIII, CASADO, con hijos y que participó como Padre Conciliar en el Vaticano II. El otro fue Dom Arce Moya. A ninguno de los dos se les volvió a “repetir” el Sacramento del Orden, lo que habla a las claras de la validez de nuestras Ordenaciones y por ende de los Sacramentos.
Quien podría decir o poner en duda que los Obispos y Sacerdotes ordenados por Mons. Lefebvre no son tales? De hecho el Papa Benedicto XVI les ha levantado la pena canónica que pesaba sobre ellos sin siquiera sugerir que su Ordenación es inválida. En tanto Mons. Lefebvre y Mons. Duarte Costa técnicamente cismaron, las Órdenes administradas por ambos son indiscutiblemente válidas.

ALGO DE NUESTRA HISTORIA

Inspirado en los ideales del Obispo católico romano Dom Carlos Duarte Costa (1888-1961), hoy SAN CARLOS DUARTE, el 26 de junio de 1970 el Padre Leonardo Morizio Domínguez organiza la ICAA no romana. Este Sacerdote ordenado en la Iglesia Católica Romana, recibe el 6 de julio de 1972 la Consagración Episcopal en la Catedral Nacional de Río de Janeiro (Brasil) sobre la tumba de San Carlos, siendo el primer Diocesano de Buenos Aires y Primado de Argentina. Años más tarde consagró Obispo de San Vicente al famoso y conocido Monseñor Pedro Badanelli. La ICAA no romana, con su registro de culto obtenido en marzo de 1971, y sus postulados de una Iglesia Católica y Apostólica que da la comunión a los divorciados y los vuelve a casar, que admite el celibato optativo para sus Sacerdotes, que bautiza sin trámites burocráticos pero que mantiene intacta la Sucesión Apostólica y los ritos tradicionales de la Iglesia, genera resistencia y desconfianza por parte de la Iglesia Romana y de la atroz dictadura militar que usurpó el poder en nuestro país entre 1976 y 1983. Esta sangrienta dictadura se ocupó de quitarnos el registro de culto un mes antes de dejar el poder que nunca le correspondió. Monseñor Leonardo Moricio, perseguido y preocupado por las almas, encomienda a quien había consagrado su Obispo Auxiliar, Monseñor José Eugenio Tenca Rusconi, se ocupe del problema que acontecía. Fallecido el Primado en 1987, Monseñor Tenca asume su cargo. En 2000 se le concedió el título de Arzobispo y uso del palio. Al frente de los Sacerdotes Obreros Misioneros, mantiene el ideal carlista y nacional desde su Sede del Buen Pastor en San Fernando. En 1995, consagra a su Auxiliar Monseñor Luis Bergonzi Moreno, con el cual el Jueves Santo de 1998, con todo el Clero y fieles reunidos, se reinstaura la ICAA no romana. Acaecido el fallecimiento en 2003 de Mons. Tenca Rusconi, Monseñor Luis Bergonzi Moreno asume como Primado hasta el presente. La ICAA le otorgó el título personal de Arzobispo el 9 de febrero de 2008 con derecho al uso del palio en reconocimiento a su labor.

jueves, 19 de marzo de 2009

NUESTRA RELACIÓN CON ROMA

Sin duda hemos pasado de una dolorosa etapa de “acidez” con la Iglesia Católica Romana a una de diálogo y respeto a nivel personal con ciertas Jerarquías.
Nosotros no somos “antirromanos”; sencillamente NO somos católicos romanos. Esto es: veneramos la inmensa riqueza espiritual que la Iglesia Romana ha dado y da; respetamos absolutamente el liderazgo espiritual de Su Santidad Benedicto XVI pero somos concientes de ser una comunidad eclesial separada de Roma y NO de la fe católica.
Rechazamos de plano ver una Iglesia “privilegiada” por sobre las demás confesiones (art.2 de nuestra Constitución Nacional).
Buscamos ardientemente todo lo que nos une a Roma (que es mucho más de lo que nos separa)pero no queremos ser “católicos de segunda”.
Estamos dispuestos con humildad y sinceridad al diálogo diáfano y fraternal para que puedan decir “mirad como se aman”.


LA LITURGIA TRADICIONALISTA DE LA ICAA

La ICAA por ser católica y apostólica cree en la Presencia Real de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía (Cuerpo, Sangre; Alma y Divinidad). La Santa Misa es la renovación del sacrificio de Jesucristo –en forma incruenta- en la Cruz. La Misa NO es fiesta ni “Dios con su Pueblo” ni jolgorio, ni “show”.
Es preciso celebrar con el mayor esplendor la divina Liturgia, música sacra, ornamentos dignos, y observar un rito aprobado por la Iglesia.
En nuestra ICAA la Misa se celebra “de cara a Dios” es decir el Celebrante da la espalda a los fieles que junto con él ofrecen el Cordero inmaculado al Eterno Padre. La Misa es un Sacrificio expiatorio no memorial ni recuerdo.
Parte de la Misa se oficia en latín –expresando así la sacralidad de lo que se celebra- y las lecturas y sermones en español.
Para la administración de los Sacramentos se utiliza el rito “tridentino” en español.
San Carlos Duarte se separa de la Iglesia de Roma en 1945 (20 años antes del Concilio Vaticano II)por lo que a nosotros las “innovaciones” de ese Concilio no nos afectaron. El propio Duarte Costa traduce a su portugués natal los ritos tridentinos para asegurarse que no se altere la forma de los Sacramentos. Es por eso que nuestro “tradicionalismo” es parte de nuestra propia historia litúrgica.
No obstante y según las necesidades pastorales, los Obispos pueden aprobar ritos que no afecten en absoluto materia y forma sacramentales, pero preferimos usar la tradición lo que nos garantiza hacer lo que la Iglesia hace desde casi dos mil años.

NUESTRA DOCTRINA

La ICAA es parte de la Iglesia Católica y Apostólica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y en tanto y cuanto mantiene legítima sucesión todos sus Sacramentos son administrados en forma válida.
Creemos la totalidad del Credo Niceno y creemos en las declaraciones de los siete primeros Concilios ecuménicos de la cristiandad.
Aceptamos que el Papa de Roma es el líder indiscutido del catolicismo en Occidente pero NO aceptamos su “infalibilidad”. Creemos que el poder de la Iglesia descansa en la autoridad de los Obispos reunidos en Concilio.
La ICAA administra los siete sacramentos que son de institución divina.
Rechazamos el arrianismo y las demás herejías condenadas por la Iglesia que atentan contra la doctrina católica.
Respecto de la Santísima Virgen María creemos con todos los católicos de Oriente y Occidente que es la Madre de Dios, concebida sin la mancha del pecado original, virginal antes en y después del parto, asunta a los cielos en cuerpo y alma, corredentora de la humanidad y mediadora de todas las gracias.
Admitimos a las Órdenes Sagradas a hombres casados (no admitimos el sacerdocio femenino) aunque valoramos el celibato como don del Espíritu Santo que Él concede a algunos.
Veneramos las imágenes sagradas, las reliquias de los Santos y les tributamos culto de dulía. Las procesiones con las imágenes benditas son expresión externa de la fe.
Rechazamos el aborto por ser crimen que quita la vida humana y la de la gracia; el uso de anticonceptivos y control de la natalidad es parte de la libertad de conciencia. La orientaciones sexuales de cualquier persona son un don de Dios y todos tienen derecho a la vida sacramental en la Iglesia Argentina la cual ni apoya ni condena a ninguna persona de buena voluntad cualquiera sea su postura en este aspecto. El lema de “no discriminarás” es una constante práctica entre nosotros.
Los Derechos Humanos son parte intrínseca de nuestra doctrina y lo son para todos.