miércoles, 26 de junio de 2013

43 AÑOS DE LA I.C.A.A.


Hoy hace exactamente 43 años en el domicilio de la calle Alberti 913 de la C.A.B.A. comenzaba la maravillosa tarea evangelizadora de nuestra ICAA no romana. El entonces Padre Leonardo Morizio Domínguez promotor e instrumento de Nuestro Señor para llevar a cabo la reforma de san Carlos Duarte en estas tierras había reunido un grupo de fieles y algunos ex- clérigos de la Iglesia Católica Romana y con el asesoramiento legal del Dr. Monnes se dio impulso a la Iglesia Nacional que hoy nos cobija y ampara. Padre Morizio Domínguez había sido ordenado en la Iglesia de Roma y era Capellán militar, pero sus discrepancias cada vez más ríspidas con su Iglesia de origen lo llevaron a tomar contacto con la obra carlista y a darle forma. Recién dos años después recibirá la Consagración Episcopal sobre la tumba del fundador de manos de Dom Luigi Mascolo. Monseñor Morizio Domínguez enfrentó las terribles dificultades de la persecución, de la falta de medios, del verse degradado de su grado militar, de las internas en la propia ICAA pero repetía incesantemente el lema de sus Armas Episcopales "creo contra toda esperanza". Nosotros hoy somos los herederos de aquella lucha inicial y que está VIVA. Así lo ha comprobado Su Eminencia Dom Josivaldo Presidente de ICAB y Sucesor de san Carlos Duarte en su visita el año pasado. Somos la Iglesia histórica que NO funda sus expectativas en una persona sino en la roca inconmovible que su fundador: Jesucristo. La ICAA no romana ha dado vida y Sucesión a los demás movimientos que hay en el país y que se han desprendido de ella y son nuestros hermanos. El desafío sigue siendo enorme pero estamos llamados desde toda la eternidad a pastorear esta porción de la Iglesia Católica y dar cobijo a tantas almas que el Buen Pastor nos encomienda. Lentamente hemos superado la crisis de identidad al querer imitar o parecernos a....y aprendimos que nuestro único Pontífice es Aquel que consagramos en cada Misa: Jesús. De la mano de la gloriosa Virgen María seguimos caminando, pedimos perdón por los malos ejemplos, pedimos aprender para no herir, pero el Espíritu Santo nos alumbrará para que Clero y Pueblo de católicos nacionales sigamos el derrotero que nos marcó san Carlos Duarte y que la obra de nuestros mayores nos han legado siga viva. Gracias Señor por estos 43 años de Iglesia Argentina, bendícenos a nosotros y a todas las personas de buena voluntad.