El 23 de septiembre es el día del santo Padre Pio
de Pietrelcina día de grandes bendiciones.
Su cuerpo yace
incorrupto desde hace 44 años
Heredero espiritual de San Francisco de Asís,
el Padre Pío de Pietrelcina ha sido el
primer sacerdote en llevar impreso sobre su cuerpo las señales de la
crucifixión. Él ya fue conocido en el mundo como el "Fraile"
estigmatizado. El Padre Pío, al que Dios
donó particulares carismas, se empeñó con todas sus fuerzas por la salvación de
las almas. Los muchos testimonios sobre su gran santidad de Fraile, llegan hasta nuestros días, acompañados por sentimientos
de gratitud. Sus intercesiones providenciales cerca de Dios fueron para muchos
hombres causa de sanación en el cuerpo y motivo de renacimiento en el Espíritu.
El 6 de enero de 1903, a los dieciséis años, entró como clérigo en la
orden de los Capuchinos. Fue ordenado
sacerdote en la Catedral de Benevento, el 10 de agosto de 1910. Tuvo así inicio
su vida sacerdotal que a causa de sus precarias condiciones de salud, se
desarrollará primero en muchos conventos de la provincia de Benevento. Estuvo
en varios conventos por motivo de salud,
luego, a partir del 4 de sseptiembre de 1916 llegó al convento de San Giovanni
Rotondo, dónde se quedó hasta el 23 de
septiembre de 1968, día de su sentida muerte.
En este largo período el Padre
Pío iniciaba sus días despertándose por
la noche, muy antes del alba, se dedicaba a la oración con gran fervor
aprovechando la soledad y silencio de la noche.
Visitaba diariamente por largas horas a Jesús Sacramentado, preparándose
para la Santa Misa, y de allí siempre sacó las fuerzas necesarias, para su gran
labor para con las almas, al acercarlas a Dios en el Sacramento Santo de la
Confesión, confesaba por largas horas, hasta 14 horas diarias, y así salvó
muchas almas. Uno de los acontecimientos que señaló intensamente la vida del
Padre Pío fue lo que se averiguó la
mañana del 20 de septiembre de 1918, cuando, rogando delante del Crucifijo del
coro de la vieja iglesia pequeña, el Padre Pío tuvo el maravilloso regalo de
los estigmas. Los estigmas o las heridas
fueron visibles y quedaron abiertas, frescas y sangrantes, por medio siglo. Este fenómeno extraordinario
volvió a llamar, sobre el Padre Pío la atención de los médicos, de los
estudiosos, de los periodistas pero sobre todo de la gente común que, en el
curso de muchas décadas fueron a San
Giovanni Rotondo para encontrar al santo
fraile. Por años, de cada parte del mundo, los fieles fueron a este sacerdote estigmatizado, para
conseguir su potente intercesión cerca de Dios. Cincuenta años experimentados
en la oración, en la humildad, en el sufrimiento y en el sacrificio, dónde para
actuar su amor, el Padre Pío realizó dos iniciativas en dos direcciones: un
vertical hacia Dios, con la fundación de los "Grupos de ruego", hoy
llamados “grupos de oración” y la otra horizontal hacia los hermanos, con la
construcción de un moderno hospital: "Casa Alivio del
Sufrimiento." En septiembre
los 1968 millares de devotos e hijos espirituales del Padre Pío se
reunieron en un congreso en San Giovanni Rotondo para conmemorar juntos el 50°
aniversario de los estigmas aparecidos en el Padre Pío y para celebrar el
cuarto congreso internacional de los Grupos de Oración. Nadie habría imaginado
que a las 2.30 de la madrugada del 23 de septiembre de 1968, sería el doloroso final de la vida terrena del
Padre Pío de Pietrelcina. De este maravilloso fraile, escogido por Dios para
derramar su Divina Misericordia de una manera tan especial.
“Nada nos podremos llevar a la
Vida eterna, nada quedará, sólo la Caridad que hayamos volcado en cada
segundo.”