martes, 26 de mayo de 2009

25 DE MAYO – DÍA DE LA PATRIA

Este 25 de mayo tiene la particular connotación de ser el inicio de los festejos del Bicentenario de la Patria. A un año de los doscientos años de historia que han hecho de esta Argentina un país tan peculiar por su propia historia, por el crisol de sus razas y por la bendición con que Dios Padre ha enriquecido esta Nación. Hay las dos historias; la “oficial” que aprendimos en la escuela, plagada de errores o conveniencias y la “otra” que forjaron los hombres y mujeres que creyeron en el potencial de Argentina. Desde aquel Virreinato que nunca se desdibujó en tanto nuestros Presidentes siguen llevando banda y bastón -símbolos de poder utilizados por los Virreyes- y hasta nuestro Himno con su monárquico “ya su trono dignísimo abrieron” y la bandera de Belgrano que usó los colores de la Casa de Borbón que aún reina en España, hasta nuestro sillón de Rivadavia han sido muchos y muy variados los hechos que nos hicieron “Nación”. La diversidad de climas, riquezas, ríos, mares, montañas, playas, nos dan un panorama de la geografía privilegiada de Argentina tan cosmopolita y fascinante. El gran pueblo argentino del Himno, diezmado en su esencia aborigen, se trastocó en etnias diversas y europeizantes que hicieron de nuestras costumbres y nuestras urbes espejos del Viejo Mundo. Hoy son los hermanos y hermanas latinoamericanos que siguen buscando en esta Nación su porvenir porque la misma Constitución mira y vela por los inmigrantes que han sido y siguen siendo el motor del país. Ser argentino es no olvidar al abuelo español, a los parientes italianos, a los tíos franceses, sin dejar a orientales. Seguimos siendo país de acogida; bástenos ver personas africanas cada vez más en número entre nosotros. Y pensemos en los próceres de 1810, que muy seguramente vislumbraron en aquella Buenos Aires la plurietnia del 2010 con tantos problemas sin resolver y tantas esperanzas frustradas. Nos duele (o debería dolernos o alertarnos) llamar “delivery” a la comida a domicilio o “break” a una pausa, porque es la subliminal forma de dominación de los que no se resignan a nuestra esencia latina y nos debe enervar aún los que desaparecieron por pensar distinto, los que aparecieron y no los dejaron vivir, los que tenemos libertad de culto pero no igualdad porque el artículo 2 de la Carta Magna hace de la religión en Argentina, hijos y entenados. Una mujer ocupa el más alto cargo público en el tiempo del bicentenario; esto nos habla de que hemos aprendido a transitar la democracia “en serio” y vamos a caminar el comienzo de los festejos del Bicentenario mirándonos como verdaderos artífices de la historia de esa tierra plateada que a pesar de tantos vapuleos es la mirada esperanzadora de tantos seres. Aún cuando nos falte muchísimo por hacer digamos juntos: VIVA LA PATRIA!!

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