
martes, 31 de marzo de 2009
LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

MARÍA SIMMA

miércoles, 25 de marzo de 2009
QUÉ ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Primera parte)

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Segunda parte)

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Tercera parte)

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Cuarta parte)

QUE ES UNA IGLESIA NACIONAL? (Quinta parte)

24 DE MARZO DÍA DE LA MEMORIA NACIONAL

lunes, 23 de marzo de 2009
viernes, 20 de marzo de 2009
EL IDEAL DE SAN CARLOS DUARTE
Luego de una lucha feroz y lleno de méritos su alma fue a Casa del Padre Celestial el 26 de marzo de 1961 y en 1970 el Concilio Nacional de Obispos de la Iglesia Católica Apostólica Brasilera (ICAB) que él había organizado, proclamó su elevación a los Altares con el título de “San Carlos del Brasil” Su fiesta litúrgica es el 6 de julio.
Fieles a este carisma reconocemos al Su Beatitud Dom Luis Fernando, Obispo de Brasilia, como nuestro Patriarca Mundial, símbolo de la lucha carlista.
NUESTRO TRABAJO PASTORAL

Atendemos familias, enfermos, presos, comunidades de hermanos latinoamericanos, jóvenes.
Necesitamos vocaciones al Sacerdocio y a la vida religiosa (hermanos y hermanas) que con grande amor por las almas quieran seguir a Jesús en este camino.
NUESTRA SUCESIÓN APOSTÓLICA

Queda así demostrada con toda claridad y certeza la Sucesión Apostólica que entronca con la de su Santidad el Papa Clemente XIII y es la llamada “sucesión Rebiba” que tienen casi todos los Obispos Católicos Romanos de nuestro país.
Es digno mencionar que cuatro de estos Obispos fueron ordenados Presbíteros en la Iglesia Católica Romana.
De los ocho que consagró san Carlos Duarte el único con vida es nuestro amado Patriarca Dom Luis Fernando, Obispo de Brasilia y dos de ellos, Dom Salomón Ferraz murió en comunión plena con la Sede de Roma, recibido por el Papa beato Juan XXIII, CASADO, con hijos y que participó como Padre Conciliar en el Vaticano II. El otro fue Dom Arce Moya. A ninguno de los dos se les volvió a “repetir” el Sacramento del Orden, lo que habla a las claras de la validez de nuestras Ordenaciones y por ende de los Sacramentos.
Quien podría decir o poner en duda que los Obispos y Sacerdotes ordenados por Mons. Lefebvre no son tales? De hecho el Papa Benedicto XVI les ha levantado la pena canónica que pesaba sobre ellos sin siquiera sugerir que su Ordenación es inválida. En tanto Mons. Lefebvre y Mons. Duarte Costa técnicamente cismaron, las Órdenes administradas por ambos son indiscutiblemente válidas.
ALGO DE NUESTRA HISTORIA
jueves, 19 de marzo de 2009
NUESTRA RELACIÓN CON ROMA

Nosotros no somos “antirromanos”; sencillamente NO somos católicos romanos. Esto es: veneramos la inmensa riqueza espiritual que la Iglesia Romana ha dado y da; respetamos absolutamente el liderazgo espiritual de Su Santidad Benedicto XVI pero somos concientes de ser una comunidad eclesial separada de Roma y NO de la fe católica.
Rechazamos de plano ver una Iglesia “privilegiada” por sobre las demás confesiones (art.2 de nuestra Constitución Nacional).
Buscamos ardientemente todo lo que nos une a Roma (que es mucho más de lo que nos separa)pero no queremos ser “católicos de segunda”.
Estamos dispuestos con humildad y sinceridad al diálogo diáfano y fraternal para que puedan decir “mirad como se aman”.
LA LITURGIA TRADICIONALISTA DE LA ICAA

Es preciso celebrar con el mayor esplendor la divina Liturgia, música sacra, ornamentos dignos, y observar un rito aprobado por la Iglesia.
En nuestra ICAA la Misa se celebra “de cara a Dios” es decir el Celebrante da la espalda a los fieles que junto con él ofrecen el Cordero inmaculado al Eterno Padre. La Misa es un Sacrificio expiatorio no memorial ni recuerdo.
Parte de la Misa se oficia en latín –expresando así la sacralidad de lo que se celebra- y las lecturas y sermones en español.
Para la administración de los Sacramentos se utiliza el rito “tridentino” en español.
San Carlos Duarte se separa de la Iglesia de Roma en 1945 (20 años antes del Concilio Vaticano II)por lo que a nosotros las “innovaciones” de ese Concilio no nos afectaron. El propio Duarte Costa traduce a su portugués natal los ritos tridentinos para asegurarse que no se altere la forma de los Sacramentos. Es por eso que nuestro “tradicionalismo” es parte de nuestra propia historia litúrgica.
No obstante y según las necesidades pastorales, los Obispos pueden aprobar ritos que no afecten en absoluto materia y forma sacramentales, pero preferimos usar la tradición lo que nos garantiza hacer lo que la Iglesia hace desde casi dos mil años.
NUESTRA DOCTRINA

Creemos la totalidad del Credo Niceno y creemos en las declaraciones de los siete primeros Concilios ecuménicos de la cristiandad.
Aceptamos que el Papa de Roma es el líder indiscutido del catolicismo en Occidente pero NO aceptamos su “infalibilidad”. Creemos que el poder de la Iglesia descansa en la autoridad de los Obispos reunidos en Concilio.
La ICAA administra los siete sacramentos que son de institución divina.
Rechazamos el arrianismo y las demás herejías condenadas por la Iglesia que atentan contra la doctrina católica.
Respecto de la Santísima Virgen María creemos con todos los católicos de Oriente y Occidente que es la Madre de Dios, concebida sin la mancha del pecado original, virginal antes en y después del parto, asunta a los cielos en cuerpo y alma, corredentora de la humanidad y mediadora de todas las gracias.
Admitimos a las Órdenes Sagradas a hombres casados (no admitimos el sacerdocio femenino) aunque valoramos el celibato como don del Espíritu Santo que Él concede a algunos.
Veneramos las imágenes sagradas, las reliquias de los Santos y les tributamos culto de dulía. Las procesiones con las imágenes benditas son expresión externa de la fe.
Rechazamos el aborto por ser crimen que quita la vida humana y la de la gracia; el uso de anticonceptivos y control de la natalidad es parte de la libertad de conciencia. La orientaciones sexuales de cualquier persona son un don de Dios y todos tienen derecho a la vida sacramental en la Iglesia Argentina la cual ni apoya ni condena a ninguna persona de buena voluntad cualquiera sea su postura en este aspecto. El lema de “no discriminarás” es una constante práctica entre nosotros.
Los Derechos Humanos son parte intrínseca de nuestra doctrina y lo son para todos.
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